jueves, 14 de noviembre de 2013

LA TASA DE AEROPUERTO

Portada Menores

Lugar: Indonesia

Palabra de Dios: Gálatas 6:2

Cuando viajas a otros países, una de las cosas que debes recordar es la tasa de aeropuerto. Eso es un dinero que algunos aeropuertos cobran a los pasajeros que viajan. Desafortunadamente, Silvia no sabía esto, cuando entró en el aeropuerto en Bali.

Después de un fin de semana de paseo, Silvia estaba lista para volver a su familia. Cuando se enteró de que tenía que pagar un impuesto, comenzó a buscar, a ver si tenía algo de dinero; pero, todo lo que encontró fueron algunas monedas. El viaje le había costado más de lo esperado.

Arrastrando su maleta detrás de ella, Silvia se acercó a un empleado a cargo de la atención al público.

-No tengo suficiente dinero para pagar la tasa de aeropuerto –le explicó-. ¿Qué puedo hacer?

-Lo lamento, señora -le respondió el hombre-. No puede viajar sin pagar la tasa de aeropuerto. Quizá pueda mendigar lo que le falta.

Silvia no podía creer lo que acababa de oír. ¿Mendigar el dinero?

Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, mientras se dirigía al mesón de venta de boletas. ¿Qué iba a hacer? No conocía a nadie, en ese país.

De repente sintió que alguien le tocaba el hombro.

-Disculpe -dijo una mujer joven-. Mi esposo y yo notamos que usted está angustiada. ¿Podemos hacer algo para ayudarla?

Silvia les contó lo que le pasaba, y la joven pareja inmediatamente le dio el dinero que necesitaba. Silvia estaba muy agradecida, no solo por el dinero, sino también por la bondad de ellos.

La Biblia dice: “Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo”.

Lecturas Devocionales para Menores 2013
En algún lugar del Mundo
Por Helen Lee Robinson

EL REY QUE NO OBEDECIÓ A DIOS

Portada Pequeños

Tu oración: Querido Padre, deseo tener siempre un corazón limpio para ti.

Versículo para hoy: «Si hubieras obedecido la orden que el Señor te dio». 1 Samuel 13:13.

Cuando Saúl fue ungido por Dios para ser rey de Israel, tenía un corazón limpio que obedecía y era fiel a Dios. Pero poco a poco, Saúl comenzó a decir mentiras.

SAUL tenía tanto éxito en las guerras con los filisteos que creía que el solo lo lograba sin la ayuda de Dios. Ya no sonreía, siempre estaba enojado y le gritaba a la gente. Saúl ya no consultaba a Dios por medio del profeta Samuel. Saúl prefirió no seguir siendo amigo de Dios y manchar su corazón.

Cuando nos alejamos de Dios eso sucede con nosotros. Es por eso que debemos obedecer lo que Dios nos pide.

LECTURAS DEVOCIONALES PARA PEQUEÑOS
AMIGOS DE JESÚS
Por: Cesia Alvarado Zemleduch

miércoles, 13 de noviembre de 2013

EL SELLO DE DIOS Y LA MARCA DE LA BESTIA

Portada Desde el corazon
No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, 
hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.
Apocalípsis 7:3.

El sello de Dios, la muestra o señal de su autoridad, se encuentra en el cuarto Mandamiento. Este es el único precepto del Decálogo que señala a Dios como el Creador de los cielos y la tierra, y que claramente distingue al Dios verdadero de todos los dioses falsos. A lo largo de las Escrituras se cita el hecho de que el poder creador de Dios es la prueba de que él está por encima de todas las deidades paganas.

El día de reposo prescrito por el cuarto Mandamiento fue instituido con el objetivo de conmemorar la obra de la creación, para mantener las mentes de todos enfocadas en el Dios vivo y verdadero. Si se hubiera observado siempre el sábado, nunca habría existido un idólatra, un ateo o un pagano. La observancia sagrada del día santo de Dios habría conducido la mente de hombres y mujeres hacia su Creador. Las cosas de la naturaleza les habrían recordado a Dios, y habrían testificado de su poder y su amor. El día de reposo del cuarto Mandamiento es el sello del Dios viviente. Señala a Dios como el Creador, y es la señal de su autoridad legítima sobre todos los seres que él ha creado.

Entonces, ¿qué es la marca de la bestia, si no el día falso de reposo que el mundo ha aceptado en lugar del verdadero?

La declaración profética de que el papado habría de exaltarse sobre todo aquello que responde al nombre de Dios o recibe adoración, ha sido cumplida sorprendentemente en el cambio del día de reposo del séptimo al primer día de la semana. Cada vez que se honra el día de reposo papal en lugar del día de reposo de Dios, se exalta al hombre de pecado por encima del Creador del cielo y de la tierra.

Quienes aseguran que Cristo cambió el día de reposo contradicen directamente sus propias palabras. En el Sermón del Monte, él declaró: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir” (Mateo 5:17)…

Los católicos reconocen que el cambio en el día de reposo fue hecho por su iglesia, y citan este cambio como evidencia de la autoridad suprema de esta iglesia.

Declaran que al observar el primer día de la semana como el día de reposo, los protestantes reconocen su autoridad para legislar en los asuntos divinos…

Según gana favor la institución dominical, él [el papista] se regocija, sintiéndose confirmado en que tarde o temprano traerá a todo el mundo protestante bajo la bandera de Roma - Signs of the Times, 1 de noviembre de 1899.

Tomado de  Meditaciones Matutinas para adultos 2013
"Desde el corazón"
Por Elena G. de White

UNA EXTRAÑA CIENCIA

Portada Mujeres
El malvado hace alarde de su propia codicia; alaba al ambicioso y menosprecia al Señor. 
El malvado levanta insolente la nariz, 
y no da lugar a Dios en sus pensamientos. 
Salmo 10:3-4

Mucha gente confía en los asertos de esa aún desconocida área de la psicología denominada morfopsicología. Creen que esta pseudociencia permite identificar los rasgos de la personalidad de alguien a través del estudio de las características morfológicas de su cara y su cuerpo. Esta disciplina sugiere que existe una marcada relación entre los rasgos físicos, y las expresiones corporales de una persona y su conducta. Aunque la morfopsicología no describe por entero cómo es alguien, sí señala que existen diversos rasgos físicos que tienen una relación directa con la conducta.

Curiosamente, en la Biblia encontramos algunos textos que parecen apuntar en una dirección similar. Por ejemplo, en el libro de Proverbios se nos dice: “El bribón y sinvergüenza, el vagabundo de boca corrupta, hace guiños con los ojos, y señas con los pies y con los dedos” (Proverbios 6:12-13). Interesante, ¿verdad? De alguna manera, lo que revela el exterior está íntimamente relacionado con lo que hay en el interior.

El versículo con que hemos dado inicio a la reflexión de hoy se refiere a ese tipo de personas que levantan la nariz en señal de arrogancia y orgullo, y que en su insolencia son capaces de menospreciar incluso a Dios. Esa falta de humildad la trasladan a todas sus relaciones personales. Esas personas olvidan que Dios desecha a los soberbios y ayuda a los humildes y contritos de espíritu. El Señor dice: “Yo estimo a los pobres y contritos de espíritu, a los que tiemblan ante mi palabra” (Isaías 66:2).

Poner nuestra voluntad por encima de la voluntad de Dios sería un pecado de presunción. Significaría menospreciar sus mandatos para colocar en un primer lugar nuestros deseos, considerando quizá a los demás como inferiores y poco dignos de respeto.

Amiga, revisa tu círculo de amigos. Piensa en todas las personas que interactúan contigo. ¿Acaso están algunas de tus actitudes hacia ellas salpicadas de altivez o sinvergüencería? De ser así, convendría que examinaras el origen de dicho modo de actuar. Quizá tenga su raíz en traumas del pasado. Hoy es una buena ocasión para desatar toda cadena que te ate al pasado. Dios puede y quiere hacerlo por ti.

¡Que el Señor te bendiga hoy y siempre, y te permita ser un modelo de sencillez y humildad!

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado

UNA ORDEN DIFICIL DE CUMPLIR

Portada Jovenes
Al ver la señal que Jesús había realizado, la gente comenzó a decir: “En verdad este es el profeta, el que ha de venir al mundo”. Pero Jesús, dándose cuenta de que querían llevárselo a la fuerza y declararlo rey, se retiró de nuevo a la montaña él solo (Juan 6:14,15).

El día que Jesús alimentó a una multitud de cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños, su ministerio llegó a la cúspide de la fama. Enormes multitudes de Galilea y Judea lo seguían, celebraban sus milagros y escuchaban arrobados sus enseñanzas.

En cierta ocasión, mientras predicaba y realizaba milagros todo el día, se apoderó del pueblo la convicción de que Cristo era el rey que lo libertaría del yugo romano. Tenía todas las características del Mesías prometido. Era el hombre fiel de la familia real de David a quien Dios había anunciado por medio de Jeremías como “nuestra salvación” (Jeremías 23:6).

Jesús era un hombre sabio, como Salomón, que juzgaría con justicia y sabiduría al pueblo y le traería prosperidad. También era un profeta por medio de quien Dios actuaba poderosamente.

Sanaba a los enfermos y resucitaba a los muertos, como Elias y Elíseo siglos antes.

Jesús era sin duda el profeta que Moisés había anunciado: “El Señor tu Dios levantará de entre tus hermanos un profeta como yo. A él sí lo escucharás” (Deuteronomio 18:15).

Este fue un momento de gran alegría para los discípulos. Habían dejado todo por seguir a Jesús. Muchos los habían calificado de locos por seguir a un desconocido que no había estudiado en las prestigiosas escuelas rabínicas. Jesús no mostró interés alguno por reclamar el trono de Israel. Los discípulos dijeron a la multitud que era la modestia de Cristo lo que le hacía rechazar el honor de proclamarse rey (El Deseado de todas las gentes, pp. 340,341). Entonces, Juan 6:15 dice que la multitud decidió tomar a Jesús por la fuerza y proclamarlo rey. Sin embargo, él desbarató sus planes y ordenó a los discípulos que subieran a la barca. La expresión griega de Mateo 14:22 (anagkazo) significa literalmente que los “forzó” a embarcarse. Elena de White dice en cuanto a los discípulos: “Nunca antes había parecido tan imposible cumplir una orden de Cristo” (Ibíd.).

¿En algún momento te ha pedido Cristo que hagas algo que no quieres? Jesús, que veía más allá de lo que la ambición descontrolada de los discípulos y la multitud podía, quería  ofrecer algo mejor que un reino temporal en la tierra. Si Jesús te ha negado algo, seguramente quiere ofrecerte algo mejor. ¿Tienes la voluntad de confiar en él?

Lecturas Devocionales para Jóvenes 2013
¿Sabías qué..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix Cortez


CUATRO OJOS

Portada Menores
Lugar: México

Palabra de Dios: Hebreos 4:13

¿Viste, alguna vez, un pez con cuatro ojos? Esta es una pregunta con trampa, y esta es la razón.

Dos especies de peces de agua dulce del género Anableps parecieran tener cuatro ojos, en la parte superior de la cabeza. Tienen cuatro pupilas, cuatro iris y cuatro córneas. Pero, aquí está la trampa: solo tienen dos retinas; lo que significa que, técnicamente, solo tienen dos ojos.

Los peces de cuatro ojos son criaturas de agua dulce, que nadan sobre la superficie del agua. Tienen los ojos saltones divididos horizontalmente.

Una delgada tira de epitelio separa las dos mitades de los ojos. La mitad superior de los ojos mira hacia el aire, y la mitad inferior hacia el agua. De esa manera, los peces de cuatro ojos pueden estar alertas a pájaros que sobrevuelan por arriba, mientras que, al mismo tiempo, cazan otros peces.

¿No sería interesante poder ver en dos direcciones opuestas al mismo tiempo? Podríamos mirar hacia arriba y hacia abajo, a la vez.

Por supuesto, Dios no nos creó de manera que podamos hacer lo que hace el pez de cuatro ojos. Pero, nuestro Creador puede ver las cosas en todas las direcciones al mismo tiempo. De hecho, la Biblia dice: “Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios…”

No importa adonde vayamos, Dios nos cuida. No sé cómo lo hace, pero él tiene sus ojos amorosos sobre nosotros.

Lecturas Devocionales para Menores 2013
En algún lugar del Mundo
Por Helen Lee Robinson

UN REY PARA ISRAEL

Portada Pequeños

Tu oración: Querido Padre, gracias porque siempre guías mis pasos como lo hiciste con el pueblo de Israel.

Versículo para hoy: «Ahí tienes al hombre de quien te hable. Este gobernará a mi pueblos». 1 Samuel 9:17.

Un día los dirigentes de Israel le dijeron a Samuel: «Samuel, queremos un rey para que nos gobierne, tú ya eres anciano y tus hijos no obedecen a Dios». Dios le dijo a Samuel que escuchara al pueblo, y le ordenó lo que tenía que hacer al siguiente día: «Mañana a esta hora te voy a enviar a un hombre y lo ungirás como rey de mi pueblo Israel.

Cerca de ahí vivía Quis, y un día se le perdieron unas asnas, así que pidió a su hijo Saúl y a un criado que las fueran a buscar. Por varios días buscaron sin hallarlas, Saúl dijo a su criado que era mejor regresar a casa, pero el respondió que ahí vivía el profeta Samuel y que seguramente él les podía decir donde estaban los animales perdidos.

Samuel los vió justo como Dios le había dicho. Los invitó a comer y le dijo a Saúl que no se preocupara por las asnas, que ya las habían hallado.

Cuando Saúl iba de regreso a su casa, en las afueras de la ciudad, Samuel tomo un frasco de aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl. Le dijo: «El Señor te ha ungido para que gobiernes a su pueblo Israel Ahora el pueblo tenía un rey.

LECTURAS DEVOCIONALES PARA PEQUEÑOS
AMIGOS DE JESÚS
Por: Cesia Alvarado Zemleduch