miércoles, 2 de octubre de 2013

SILENCIO


Lugar: India

Palabra de Dios: Salmo 119:133

Moni Bawa quería vivir una buena vida. Eso no significaba que estuviera buscando una vida de lujo, con mucha riqueza y fama; no.

Estaba esforzándose por ser una buena persona. Quería desarrollar su carácter y deshacerse de cualquier falla que tuviera, incluyendo su genio. Tan serio era su deseo de ser bueno que hizo un voto de silencio; de esa manera, no estaría tentado a perder el genio. Durante seis años mantuvo su boca cerrada.

¿Puedes imaginar no decir ni una sola palabra durante seis años?

Eso requiere de mucha dedicación y determinación. Moni Bawa realmente quería llegar a dominar su carácter. Pero ¿piensas que eso lo hizo una mejor persona?

Un día, Moni Bawa tuvo un visitante, un cristiano llamado Sundar Singh. Moni Bawa se comunicaba con el señor Singh escribiendo en una pizarra.

“Mi genio es muy malo”, escribió. “Hice un voto de silencio hace seis años, porque nunca salía nada bueno de mi boca, y estaba lastimando a demasiadas personas con las cosas que decía. He estado en silencio durante seis años, pero eso no ha ayudado. Mi genio continúa siendo malo”. Después de seis años de silencio, Moni Bawa admitía lo difícil que era tratar de ser bueno por sus propios medios.

-Yo tengo un amigo que puede y quiere ayudarlo -le dijo el señor Singh-, Su nombre es Jesús, y él lo ayudará a ser bueno, si se lo permite.

No necesita mantener la boca cerrada durante más tiempo.

Antes de que el señor Singh se fuera, le dio a Moni Bawa una Biblia, para que pudiera leer más acerca de Jesús.

Sí, Jesús quiere ayudamos a vivir una buena vida. Haz de esta tu oración hoy: “Guía mis pasos conforme a tu promesa; no dejes que me domine la iniquidad”.

 LECTURAS DEVOCIONALES PARA MENORES
EN ALGÚN LUGAR DEL MUNDO
Por: Helen Lee Robinson

TU OFRENDA PARA DIOS


Tu oración: Padre celestial, deseo dar cada sábado mi ofrenda como muestra de mi amor y gratitud a ti.

Versículo para hoy: «Traigan su diezmo al tesoro del templo, [...] para vaciar sobre ustedes la más rica bendición». Malaquías 3: 10.

¿Sabes para que sirve este sobre?. En este sobre colocamos una parte del dinero que recibimos por nuestro trabajo. Cuando hacemos esto le demostramos a Dios que lo amamos y que estamos agradecidos por lo que nos da.

EN LOS TIEMPOS BIBLICOS, cuando el pueblo de Dios se había alejado de sus caminos, Dios envió al profeta Malaquías a decirle al pueblo que no se olvidara de regresar el diezmo y las ofrendas.

Cuando damos el diezmo y la ofrenda ayudamos para que otras personas conozcan el amor de Dios.

LECTURAS DEVOCIONALES PARA PEQUEÑOS
AMIGOS DE JESÚS
Por: Cesia Alvarado Zemleduch

martes, 1 de octubre de 2013

UN SISTEMA DOBLE DE LEY


Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. 2 Corintios 5:21.

El hecho de que la santa pareja, al descuidar la prohibición de Dios en un punto particular, transgrediera así su Ley y sufriera, como resultado las consecuencias de la caída, debiera impresionar a todos con una percepción justa del carácter sagrado de la Ley de Dios…

El pueblo de Dios, a quien él llama su tesoro peculiar, tuvo el privilegio de tener un sistema doble de ley: la moral y la ceremonial. La una, que señala hacia atrás, a la creación, para que se mantenga el recuerdo del Dios viviente que creó el mundo, cuyas demandas tienen vigencia sobre todos los hombres en cada dispensación, y que existirá a través de todo el tiempo y la eternidad. La otra dada debido a que el hombre transgredió la ley moral, y cuya obediencia consistía en sacrificios y ofrendas que señalaban la redención futura…

El amor que Dios tenía por la humanidad, a quienes creó a su propia imagen, lo llevó a dar a su Hijo para morir por su transgresión. Y para que el aumento del pecado no los llevara a olvidar a Dios y la redención prometida, el sistema de ofrendas por el sacrificio fue establecido para tipificar la ofrenda perfecta del Hijo de Dios…

Cristo se hizo pecado por la raza caída, al tomar sobre sí la condenación que recaía sobre el pecador por su transgresión de la Ley de Dios. Cristo se colocó a la cabeza de la humanidad como su representante. Había tomado sobre sí los pecados del mundo. En semejanza de carne de pecado, condenó el pecado en la carne…

La Ley de Jehová, que se remonta a la creación, estaba contenida en los dos grandes principios: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.

Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

No hay otro mandamiento mayor que éstos” (Marcos 12:30, 31)…

¿Cuál es la voluntad del Padre? Que observemos sus Mandamientos…

La muerte de Jesucristo por la redención de la humanidad levanta el velo y refleja un fanal de luz que brillaba cientos de años antes sobre la institución entera del sistema judío de religión. Sin la muerte de Cristo, todo este sistema no tenía sentido - Review and Herald, 6 de mayo de 1875; parcialmente en Comentario bíblico adventista, t. 7A, p. 316. 5.

 MEDITACIONES MATINALES PARA ADULTOS 2013
DESDE EL CORAZÓN
Por: Elena G. de White

CRUCEMOS AL OTRO LADO


Porque te amo y eres ante mis ojos precioso y digno de honra. No temas, porque yo estoy contigo. Isaías 43:4-5

Cuando estaba en la escuela primaria tenía que tomar clases de natación.

Debido a que asistía a una escuela rural, la profesora y algunos ayudantes nos llevaban a un río cercano. Cada vez que íbamos al río, comenzaba a ponerme ansiosa. Sabía la orden que recibiría: “Ahora deberás cruzar el río nadando”. Aunque iba protegida por un salvavidas, no podía evitar el pánico. El torrente se veía de color turquesa, como las aguas profundas.

El sonido del silbato era la señal. Temblando de pies a cabeza por el miedo y por el frío del agua, me sumergía, y movía los brazos y los pies con todas mis fuerzas.

El recorrido me parecía eterno… Pero, ¡qué alivio cuando una mano me tocaba! Era la señal de que me encontraba al otro lado. Sentía que mis pulmones se llenaban de aire mientras que el corazón parecía salírseme del pecho por la intensa alegría.

Esto me hace recordar la promesa del Señor: “Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas” (Isaías 43:2). ¿Recuerdas cuando Jesucristo y sus discípulos cruzaban el lago y los sorprendió una tempestad? Los doce pensaron que iban a morir, pero no fue así porque su Maestro estaba con ellos. Él es el único que puede calmar las tormentas.

La orden de Jesús fue: “Crucemos al otro lado”. Es difícil vivir del lado opuesto, pero Dios desea que cruces “al otro lado”. Así que la orden se repite: “Cruza al otro lado”. Al recibir este llamamiento es posible que te sientas impotente, llena de temor, y que el frío de lo impredecible te recorra el cuerpo y el alma.

¿Será que vives en el lado opuesto al camino de la salvación? Pues el Señor te dice: “¡Ven!”. Quizá en tu vida haya obstáculos que te mantienen varada y en la oscuridad. ¿Acaso piensas que Dios se ha cansado de esperarte y que cuando llegues a la orilla únicamente encontrarás sus huellas dibujadas en la arena? Si crees que el gozo jamás inundará tu corazón, pídele al Señor que te permita ver a través de las nubes y del fuerte oleaje de las dificultades, y verás las manos de Dios extendidas hacia ti, listas para sacarte de las aguas y rescatarte.

 LECTURAS DEVOCIONALES PARA LA MUJER
ALIENTO PARA CADA DÍA
Por Erna  Alvarado

¿PARA QUÉ TANTO ESFUERZO?


¿Qué provecho saca el hombre de tanto afanarse en esta vida? (Eclesiastés 1:3).

¿Has visto a un joven esforzado y lleno de entusiasmo en las actividades que lleva a cabo? No es muy común, ¿verdad? Es cierto que este tipo de personas no abunda.

La mayoría prefiere dar el mínimo esfuerzo y conformarse con muy poco.

Se cuenta que en cierta universidad, un profesor se esforzaba por motivar a los alumnos para que se entusiasmaran con su asignatura que, por cierto, era una de las más complicadas del curso. De pronto, un joven levantó la mano y preguntó al maestro:

-¿Cuál es la mínima nota que necesitamos para aprobar su materia?

El profesor se quedó petrificado por la pregunta. Luego, respondió:

-Aquí hay un problema de otro tipo. Cierren sus libros. Debemos hablar de esto con mayor detenimiento.

Así fue como el profesor trató de explicarles la importancia de dar el mayor esfuerzo en cualquier actividad en que uno se involucra. Los jóvenes iban asimilando lentamente lo que el profesor trataba de enseñarles.

Dios no espera lo mismo de todos nosotros. Claro que no espera lo mismo de un niño que de un adulto, o de un anciano y de un joven. No espera los mismos resultados; sin embargo, sí espera un esfuerzo equivalente. ¿Por qué? Porque la voluntad revela el carácter de una persona. Lo importante no son exclusivamente las calificaciones en la escuela, ya que dependen de diversas circunstancias, sino el trabajo y el empeño con que lo realices. Entonces, ¿es necesario esforzarse por obtener una buena nota en la escuela? Por supuesto que sí, ya que eso revela tu carácter. Elena de White se refiere al carácter como un verdadero tesoro, el cual representa “la posesión más valiosa de la tierra y el cielo” (La educación, p. 141).

Luego agrega: “La edificación del carácter es la obra más importante que jamás haya sido confiada a los seres humanos y nunca antes ha sido su estudio diligente tan importante como ahora. Ninguna generación anterior fue llamada a hacer frente a problemas tan importantes; nunca antes se hallaron los jóvenes frente a peligros tan grandes como los que tienen que arrostrar hoy” (Ibíd. p. 227).

¿Te das cuenta? La edificación del carácter es la obra más importante de toda tu vida.

¿Por qué? Porque el carácter es lo único que llevaremos al cielo. Es el gran tesoro de la existencia humana. Por eso hay que cuidarlo mucho, edificándolo con los mejores hábitos; entre ellos, el esfuerzo.

Hoy te Invito a que te esfuerces al máximo en lo que vayas a realizar. Recuerda que el empeño que pones en hacer las cosas es un indicio de tu carácter.

 MEDITACIONES MATINALES JÓVENES 2013
¿SABÍAS QUE…?
Por: Félix H. Cortez

JAQUE MATE


Lugar: Estados Unidos

Palabra de Dios: 2 Corintios 3:5

-Necesito un voluntario que juegue contra el Hirco - dijo el Sr. Maelzel, señalando su tablero mecánico de ajedrez-. El Hirco nunca pierde. Él puede ganar a cualquiera, en una partida de ajedrez.

El Hirco era un hombre tallado en madera. Vestía un manto y un turbante, y estaba sentado detrás de un baúl de madera, sobre el cual había un tablero de ajedrez.

Se levantó una mano, y pronto la audiencia observó cómo el voluntario jugaba contra el Hirco. Cuando era el turno del Hirco, este levantaba una mano, la extendía, tomaba una pieza y hacía un movimiento.

El Hirco ganaba todas las veces.

El señor Maelzel y el Hirco recorrieron la costa este de los Estados Unidos durante la década de 1820. Cuando la gente oía hablar del Hirco, quería ver a este brillante jugador mecánico de ajedrez. ¿Cómo podía una máquina jugar tan bien al ajedrez? Nadie parecía saberlo.

Pero, un día el secreto se filtró. El Hirco, en realidad, era controlado por un jugador de ajedrez sentado dentro del arcón de madera.

Cuando el señor Maelzel abría las puertas para mostrar los mecanismos internos, la persona permanecía escondida, trasladándose de un compartimiento a otro. Y, como la persona que estaba adentro era un experto, el Hirco ganaba todas las veces.

Así que, ¿cómo se puede vivir una vida victoriosa? ¡Necesitamos un experto de nuestro lado!; alguien sabio y que lo sepa todo. Sí, necesitamos a Dios. Entonces, ¿por qué no pedirle que sea tu guía, que controle tu vida? “No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios”

 LECTURAS DEVOCIONALES PARA MENORES
EN ALGÚN LUGAR DEL MUNDO
Por: Helen Lee Robinson

HABACUC Y EL CUIDADO DE DIOS


Tu oración: Padre, gracias por tus cuidados, por estar siempre conmigo.

Versículo para hoy: «EI Señor me da fuerzas». Habacuc 3:19.

UN DIA HABACUC le pregunto a Dios: «¡Señor, por qué a la gente mala que vive en esta ciudad le va bien? ¿Y la gente que te obedece y ama le va muy mal?» Dios le respondió que él se encargaría de la gente mala.

Un pueblo enemigo atacaría a esa ciudad. Habacuc tenía mucho miedo, pero decidió confiar en Dios. Habacuc sabía que cuando el ejército enemigo atacara la ciudad, Dios cuidaría de toda la gente que realmente lo amaba.

Dios prometió estar con nosotros para siempre. Las hormigas no saben lo que hay detrás de las rocas cuando van a buscar comida. Nosotros somos como las hormigas, no sabemos qué va a suceder mañana, pero Dios lo puede ver todo y promete cuidarnos y estar en momentos buenos y malos.

LECTURAS DEVOCIONALES PARA PEQUEÑOS
AMIGOS DE JESÚS
Por: Cesia Alvarado Zemleduch